Diseño e ilustración para la nueva Mostra de València
Desde el origen de la humanidad, el mar nos atrae y seduce desde su inmensidad. Así lo han expresado autores, desde los albores, como Homero, en “La Odisea”, pasando por Daniel Defoe y su “Robinson Crusoe”, hasta “El Viejo y el Mar”, de Hemingway. El cine, a fin de cuentas, es como el mar; colmado de imágenes que nos atraen y seducen desde su inmensidad inabarcable, invitándonos a pensar e imaginar qué habría en la otra parte de esa línea que atraviesa y se confunde con el firmamento.
El certamen cinematográfico Mostra de València-Cinema del Mediterrani, rinde cuenta de este hecho, uniendo cine y mar en un encuentro único e irrepetible. Este certamen, fundado en 1980, cumple 33 ediciones. Tras cinco años sin celebrarse, vuelve renovada del 18 al 28 de octubre del 2018, con un enfoque que tiene mucho que ver con su espíritu original, el mismo que colocó a València en el mapa de interés cultural de la cuenca del mediterráneo en los 80, apostando y luchando para ampliar su imaginario. Sus dos máximos responsables, la directora técnica Rosa Roig y el vicedirector y responsable de programación Eduardo Guillot, han devuelto a los ciudadanos lo que les pertenecía, y lo hacen con notoriedad, accesibilidad y buen hacer.
El mar como inspiración
Estos cambios se ven reflejados también en el diseño de la Mostra, donde se ha optado por acudir a una iconografía que tuviera más que ver con el mar y la cultura mediterránea, que, a las figuras más representativas del cine, como pueda ser el consabido proyector. De ahí la presencia central de un caballito de mar, que remite más a la atemporalidad de los tiempos en los que vivimos, donde propuestas como la Mostra se ven imbuidas, siendo ésta expresión de una fascinante condición de encrucijada cultural del Mediterráneo, contribuyendo con ello a crear un imaginario propio y genuino.
El caballito de mar, con claras referencias a una línea estética ochentera, en relación al origen de la Mostra, funciona como metáfora, a la manera de un faro, que lanza un destello multicolor, como si nos intentara luminar y reivindicar al mismo tiempo que en el mediterráneo, más allá del atlántico, también hay estrellas. Se trata de un resumen, desde su propio concepto gráfico, de la nueva dirección que toma la Mostra, lejos de toda pomposidad, para buscar una proyección cultural cinematográfica especializada, que ponga en valor la cinematografía del Mediterráneo y se convierta en un foro de proyección y debate sobre el sector audiovisual. Un referente cultural, en definitiva, a todos los niveles: sostenible, económica, medioambiental y socialmente.
Precisamente ahora, en una época de desigualdad, confrontación y marginación, se torne necesario avanzar para una mejor convivencia en esta rica y diversa región. Y quizá deba ser la cultura, en sus distintas formas y manifestaciones, como el cine, el factor fundamental para ese necesario avance.