MacDiego: “La vida es corta, desperdíciala”
Texto con la visión personal de Boke sobre la figura de MacDiego publicado en el prólogo del libro “La vida es corta, desperdíciala” publicado por Ediciones Trashumantes en 2019. Diseño, publicidad, ilustración, prosa… Una colección de imágenes y textos con orden y desconcierto.
What do you feel?
Cada cual con su neurosis. Muchas son agujeros negros y unas pocas, aunque haya que dosificarlas, resultan nutritivas, contagiosas, doctorales y muy divertidas.
Definitivamente el caos puede alinearse en un formato original y extravagante: El “niño bien” se hizo “hombre mal” en rebelión y alta traición a su cuna y linaje, pero como vino cosechero, nada de grandes reservas; sin madurar para poder pasar la vida buscando a Campanilla a lo Peter Punk.
Lo de este géminis es de libro, quizás por eso vive entre ellos como lector, diseñador, colaborador, editor, promotor y finalmente autor. No sé si Umberto Eco vería en él un paradigmático híbrido entre la low y la high culture.
Lleva coraza de acero inoxidable que insiste en oxidar para proteger una suerte de sensibilidad de diarreico poeta urbano y un corazón de tinta bic roja que bombea altruismo y exceso horror vacui.
Pero ojo, que nadie se confunda. Todo esto no le impedirá cambiar de sitio las mesas de tu casa o bar favorito mientras te lleva la contraria en público con una retórica tan corrosiva como la baba de Alien. Eso sí, tras el alarde de tozudez y el consiguiente desgaste energético siempre te dirá que es para bien. ¿Acaso lo dudas?
Sin pelos en la lengua, sin vergüenza, sin filtros de aire ni aceite, y sin alcohol (menos mal). El underground va en Harley Davidson, juega al golf y habita un caserón de padre soltero y señor mío lleno de arte, biblioteca kilométrica y motos por medio. Sí, ya sé: lo de la polaridad, sin embargo no es antifaz, es así de auténtico, en lo blanco y en lo negro, si es que esos colores de verdad existen.
¿Crees que el personaje (la figura) coincide con la persona (el fondo)?
What do you need?
A día de hoy sigo sin saber su grado de narcisismo o la altura de su ego. Todas las pistas son contradictorias.
Nada de ironía fina o sutilezas, directo al grano con verbo ágil de rapero, inteligencia y todo el sarcasmo posible. No hay mejor defensa que un buen ataque, de ahí que MacDiego no calle y su lista de dianas sea profusa. Descuiden no obstante falleros, católicos, peperos y demás clanes porque no son el fin sino tan solo el medio. Siento la decepción.
Valiente, ya que se la juega en cada paso dado con la izquierda, en cada semáforo sin luz, en cada cita. Fama totalmente merecida aunque ni rapado opte a modelo de Richard Corben, mas bien a personaje de Crumb. Constantemente me pregunto si això és precís. Me refiero a sus reincidentes desnudos a lo Ignatius, el Sevilla o el único que conoce su círculo de pijerío: Torrente 1, 2 y 5.
No insistas querido Diego en mezclarnos, cabemos en el mismo sitio pero como agua y aceite; Mo va a funcionar. Mmmmmm, bueno, sí en tus fiestas, actos benéficos o en la cárcel, donde vacacionan unos cuantos hells angels y muchos de los de “España va bien”.
La realidad es poliédrica y fiel a este principio innato, cuando performancea a lo Leo Bassi hay quienes lloramos (a menudo de risa), otras se tapan los ojos o directamente se van. Las malas lenguas también suman.
Ahora, si lo conoces, imagínatelo enganchado de risa.
En el estreno del docu de Miguel Perelló “Crossroads: Paco Roca y Seguridad Social en La Encrucijada” observé que toda la gente que abarrotábamos los cines ABC habíamos sido convocados directa o indirectamente por Diego. Debe ser muy emocionante ver un auditorio lleno con lo más diverso que has ido conectando.
¿Bonito verdad? Pues luego subió al escenario, cogió el micro y la cagó, one more time.
What do you do?
En este libro de título postcoaching, al igual que en el de su vida, emergen unas cuantas islas de un mar de entropía, así que adivinen cómo debe ser ese fondo marino.
Juan Hidalgo dijo al oído a David Pérez “la transgresión es el arco voltaico que produce el arte”.
Diseño, publicidad, ilustración, exposiciones, cómic, comisariados, conferencias, eventos, galerías, docencias… ¿sigo?. Great indeed y en pandilla, porque en equipo siempre disfruta más aunque al final no le salgan las cuentas y facturemos todos menos él. Sólo conozco a un tipo al que trabajar le cueste dinero.
Desde 1986 he sido testigo presencial y fan de su carrera, quizás fue en aquel momento cuando tuve la sensación de querer ser diseñador. Años más tarde firmó mi primer contrato profesional y el aval para mi Harley.
Factoría era un estudio de diseño graaaaande y molón. Una fórmula similar a La Nave, modelos que ahora han derivado en los llamados coworkings que epicentran sociedades y amores líquidos. Pues bien, como gesto digamos incatalogable, recuerdo que desde un balcón de aquel entresuelo MacDiego orinó sobre la moto recién estrenada que Mr. N venía a enseñarle.
– Hostias, me hace eso ¡y lo mato! Aunque allí no corrió la sangre sino la risa. Verídico.
Viajes, comidas, tertulias, porno, música… y fiestas históricas (de su boda hablaremos otro día) y trabajo, mucho trabajo, horas y horas y findes y noches rock & roll en las que acabábamos cinco minutos antes de la presentación.
“Vísteme despacio que tengo prisa” decía el muy irresponsable con la calma que da tener la cuenta millonaria antes de irnos a presentar en moto, con vaqueros rotos, botos Sendra, camisetas con fetos extraterrestres saliendo de un coño y greñas de quinqui. Y salía bien. La campaña funcionaba y llegaban más y más encargos y clientes.
– Hemos ganado el concurso. Vámonos a París a celebrarlo.
Me reservo las mil y una anécdotas para cuando se ruede la biopic del autodenominado gordo, bajito y cabezón. Mientras tanto sirva este libro de greguerías gráficas y textos elocuentes for those about to rock.
Los méritos profesionales a la vista e incuestionables. Casos de éxito tan numerosos que acaso por esa razón persevera en no darles importancia; ni currículums, ni portfolios, web o medios sociales como dios manda.
Aún así no dejan de ser, a pesar de su condición efímera, hitos de carácter taumatúrgico por los que nadie apostamos a la primera pero casi siempre con final feliz.
– Las tetas y pollas están muy bien Diego pero ¿por qué no metes algunos trabajos serios?
– Baaaaaaaah
– Va joder, aunque sean los carteles de las expos.
Entiendo que una elipsis así es posible cuando vas sobrado (y no hablo de su atributo masculino) sino de creatividad de la de verdad, de oficio y experiencia, de la mala y también de la buena. En el caso de que exista lo malo y lo bueno, claro.
What the fuck?
Como nadie nos hemos atrevido a legitimar su qué y cómo, todo apunta a que seguirá sumando volcanes a su particular archipiélago donde no dudes te invitará una y mil veces. Yo iré.
En una de tantas comidas en su casa, saliendo por la puerta con mi hija Siena que entonces tendría seis o siete años, me dijo toda seria:
– Papá no seas amigo de Diego.
– Llegas tarde cariño.
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