Quartmetratges cumple 35 años y lo celebramos con una nueva imagen
El festival de cortometrajes Quartmetratges celebra sus 35 años con un cambio de imagen y haciendo lo que mejor sabe hacer: visibilizar el talento de creadores valencianos para llegar a un público cada vez más amplio.
Para el director Jean-Luc Godard, el cine es una metáfora del mundo, un lenguaje que da forma a la imagen. Los trazos que la realidad deja en la imagen son materia prima de este lenguaje. Todo es imagen, en el más amplio sentido de la palabra, afirmó en una ocasión, y esto es algo que saben muy bien los encargados del emblemático festival Quartmetratges, ubicado en el pueblo Quart de Poblet, cuyo objetivo es celebrar el talento de los creadores valencianos y acercar sus obras al público. Orientado a la creación audiovisual y, especialmente, al audiovisual valenciano, con motivo de fomentar la creatividad y el intercambio de conocimientos, este proyecto cumple ahora 35 años, y lo hace a lo grande, con la XXXV Edición del Concurso de cortometrajes y la XXX Edición del Concurso de Guiones para cortometrajes, cuyo plazo para enviar las obras será del 15 de mayo hasta el 15 de junio. Por este motivo, el equipo de Nociones Unidas ha decidido renovar la identidad en este singular certamen, cuyo apoyo por parte del ayuntamiento de Quart nos ha enseñado su incalculable compromiso e integridad hacia el arte y la cultura.
A nivel de diseño, antes de plantear una propuesta demoledora, se decidió cambiar la figura central del personaje de este festival, que tanto nos ha acompañado durante tiempo, dejando espacio para su nueva amiga, una figura femenina en cuyos ojos se vislumbran unas lentes, como si a través de ellos se nos narraran historias en formato de cortometraje. El resultado es una representación de la filosofía del festival, siempre elegante, contemporáneo, creativo y vitalista, que salpicará todo Quart, desde las animaciones que se proyectarán en las pantallas hasta las lonas y la cartelería, resaltando el llamativo código cromático que siempre caracterizó en sus inicios, dotándole de contraste y energía, punteado por la característica tipografía diseñada por el gran Jakob Runge, que consigue retrotraernos a los años 80. Se trata en definitiva de una visión específica del cine valenciano que favorece a la difusión del mismo, que como ha señalado el crítico de cine Jordi Costa en relación a propuestas de este nivel, nos plantea cuestiones conectadas con la integridad artística, con la relación entre el fondo y la la capacidad de crear algo diferente incluso utilizando elementos ya muy usados de un género. Y como la misma cámara de cine, este festival funciona como un microscopio que puede ver lo infinitamente pequeño o un telescopio que percibe lo infinitamente distante de la sociedad. Porque como afirmaba el mismo Godard: El cine no es un arte que filma la vida, el cine está entre el arte y la vida.